Decidimos realizar una comida familiar con niños en el restaurante del hotel. Al inicio, todo parecía maravilloso (la localización, el servicio…), pero al final todo acabó siendo un fiasco. Los adultos pedimos el menú, porque no había otra opción, y para los niños solo pedimos un primero a compartir (macarrones con tomate) porque veníamos ya de un picoteo previo. Durante la comida aparecieron con un segundo de un menú infantil que no habíamos pedido y que devolvimos y obviamente en la cuenta decidieron que pagásemos el menú infantil completo. Al hablar con el camarero, cuyo trato fue muy bueno y agradable, nos dijo que era decisión de su jefe, así que pedimos hablar con él simplemente para decir que no habíamos pedido menú y que entendíamos que no teníamos que pagar por ello. El responsable que nos atendió, y que imagino era el responsable/dueño del hotel, fue un auténtico maleducado y un grosero tratándonos en un tono que, en mi opinión, es inaceptable para una persona que trabaja de cara el público y con un puesto de responsabilidad. Diciendo que su hotel no era un McDonald’s y que allí se pagaba por comer con mantel y servilletas de tela y con un servicio. Sinceramente, es una pena que gente así, estropee el servicio de su personal y que este tipo de gestiones, menospreciando a clientes como si él fuera un ser superior y de mayor categoría que los demás, es lo que hacen que este hotel esté completamente vacío. Me parece muy bien, que el hotel decida no ofrecer servicio restaurante, pero si deciden ofrecerlo, porque con ello ganan dinero, por favor, háganlo con todas las consecuencias. PD: Por cierto, el precio de unos macarrones cocidos con salsa de tomate de brick son 18€.
Bagus
31 Ulasan