Hotel Luna de Plata

We stayed 4 nights at the Luna de Plata hotel and we loved the place! The location is peaceful but yet close enough to the variety of restaurants and shops. Would definitely also warmly recommend trying hotel’s own restaurant - delicious food with reasonable prices. Our special thanks to Javier at the restaurant who was really helpful and shared a lot of valuable tips for making the best of our holiday!

This is a great hotel that is a good value. The rooms are clean, well-apportioned, and beautiful. The hotel restaurant has good food. It's also well-located next to the beach. Staff is gracious and helpful.

Fuimos a preguntar si eran Pet Friendly pues así eran sus descripciones por aquí en Trip Advisor. Con una mala actitud nos dijeron que NO era pet friendly. Y ni siquiera lo pensaron. Básicamente nos dieron a entender que no eramos bienvenidos

Prima kamer, schoon, druk douche wat beperkt, maar is goed in kader van waterbesparing. Gratis drinkwater te tappen. zeer vriendelijk en behulpzaam personeel. Goed ontbijt Lekker eten in restaurant, Italiaanse stijl, met goede en gezellige bediening die zeer attent was

Nunca en mi vida había llegado a un lugar deseando irme, no sé cómo empezar, cuando llegue al hotel después de 6 horas de camino en auto, llegó a la recepción y la encargada de nombre Suzette me recibe de forma "amable" acto seguido y de forma rápida quiere hacer el check in y le comento que no, necesito un sanitario, mi esposo y mi hija de 5 años están en el vehículo estacionados en una calle y ella me contesta, hacemos el check in rápido y pasa a tu habitación al baño, ella no me estaba escuchando yo lo único que quería era pasar al sanitario y así se lo dije y después ayudar a mi esposo con la niña y el equipaje ya que estaba prácticamente en medio de la calle, ella se molestó y empezó hacerme caras, le comenté que no es motivo para que se molestara, le dije entiende tengo 6 horas de camino en mi vehículo y una niña en el auto, otro detalle el hotel te presta toallas para la playa a cambio de un depósito de $200 por toalla, pedí dos toallas, tenía un billete de $500 y no tenían cambio, al otro día en el desayuno pido mi cambio para dejar propina a la mesera y está señora de nombre de Suzette no me quiso dar mi cambio argumentando que el billete que di es el mismo que me van a regresar al devolver las toallas, porque eso no era una venta le comenté pues entonces te hubiera dado uno de $50 y me dijo no, porque el depósito es de $200 por toalla y le dije bueno tu me acabas de dar la razón y decidí retirarme ya que de forma muy grosera me comentó " debes entender que no se devolverá el dinero, esto lo hago para que no pierdas las toallas" por un momento me sentí regañada, no se con que tipo de personas está acostumbrada a tratar, yo soy un adulto y no tengo porque perder las toallas, desde que llegas es así, si ensucias toallas y sábanas te cobran la lavada, me daba miedo hasta cargar mi teléfono ya que casi todos sus enchufes estaban quemados tenían cortos, pensé me van a cobrar la instalación eléctrica, por último en el desayuno que viene incluído me lo cobraron porque en lugar de omelette con queso de cabra pedi un omelette que traía pimiento morrón que por cierto lo termine sacando porque estaba mal cortado y sabía horrible, yo solo les digo a los señores dueños de este hotel, su playa está llena de sargazo, apesta horrible por el mismo sargazo y hay mucho animalito que se desprende de la descomposición del mismo, tienes que caminar al centro si deseas meterte al mar, lo menos que pueden hacer es ser amables y no tratar a la gente como si fuera un internado, yo soy de la península, mis vacaciones cortas son en Quintana Roo y sinceramente cuando llegue a Yucatán les dire a todos mis conocidos lo que sucede en este hotel para que no vayan, los colchones pésimos, los meseros bipolares un día están de buenas y otro día de malas pero esa particularidad la tiene todo mahaual, no todos son amables, es sucio, huele muy mal, está lleno de sargazo, hay gente viviendo en la calle con permiso de vender artesanías y me imagino haciendo sus necesidades en

Pequeño hotel cuyo personal fue muy servicial para concretar una reserva y arreglar detalles de acuerdo a mis necesidades. Reservé una habitación con vista al mar que tenía todo lo necesario para relajarte y disfrutar (amplio balcón, hamaca, camastros, aire, servicio de bebidas)