Hostal Alcala

1.- El lugar estaba sucio y el segundo piso parecía que se fuera a caer en cualquier momento. Además la escalera era demasiado empinada, por lo que si va alguien de la tercera edad, no se puede “hospedar” en el segundo piso. 2.- La logística para entrar y salir es terrible, consta de un portón que solo puede abrir un recepcionista, además de que el timbre estaba medianamente malo, si tomamos en cuenta el siguiente punto, era imposible sacar a los perros a hacer sus necesidades básicas. El estacionamiento es chico y en fila, por lo que si quien estacionó antes, quiere salir, deben todos sacar el auto. 3.- La dueña es desagradable, dice admitir perros, sin embargo llegamos con perros y comenzó a poner puros problemas. El lugar no es nada apto para mascotas, no hay ni un pequeño bloque de pasto para que hagan sus necesidades, sin embargo la dueña al llegar nos advirtió que ni se les ocurra que los perros hagan sus necesidades en el recinto. 4.- Las camas eran muy chicas y sonaban mucho. 5.- La ducha era malísima, para que salga agua caliente había que avisar en recepción que te ibas a duchar y salía casi nada de agua. Y el baño era muy pequeño, la ducha ocupaba 3/4 del espacio. Solo es un comentario constructivo para que se tome en cuenta la experiencia de una familia que se fue sin ánimos de regresar. Muchas gracias.

La higiene del lugar es mala, la cama con pelos y mugre. El baño se mojó entero porque el techo tenía una filtración del baño de arriba. Los hervidores con sarro. Las almohadas pésimas. El desayuno malo. La dueña del hotel no daba un trato agradable. Pésimo lugar, fuimos como delegación deportiva y algunos no cabían en las camas. La fachada de la hostal es de mentira.