Pengguna Tetamu
2 Januari 2025
Lo que prometía ser una noche mágica para despedir el año terminó siendo una auténtica vergüenza culinaria y organizativa. Si la intención del hotel era ofrecernos una experiencia inolvidable, lo lograron… pero por las razones equivocadas. Empecemos por la comida: digna del congelador de un supermercado barato. El menú parecía una broma de mal gusto. Un rollito de arroz que daba pena verlo, unos fideos que podrían haber salido directamente de una máquina de vending y un solomillo que no solo estaba seco, sino que parecía tener rencor hacia el cuchillo. Todo servido frío, como si nos estuvieran haciendo un favor en lugar de cumplir con lo que habíamos pagado. El caos en el servicio fue el broche de oro: 5 camareros inexpertos intentando atender a más de 150 personas, claramente desbordados y sin ninguna organización. La espera entre platos era tan larga que llegamos a temer que el postre se quedara atrapado en alguna dimensión desconocida. Al final, nos sirvieron las uvas antes del postre porque literalmente no les daba tiempo a terminar antes de medianoche. Una cena de gala en un hotel de 5 estrellas debería ser sinónimo de calidad, cuidado y profesionalidad. Esto fue todo lo contrario: una chapuza monumental que dejó en evidencia una falta de respeto total hacia los comensales. Para colmo, tuvieron que devolver parte del dinero, lo que ya dice mucho. Pero ni con eso se compensa la sensación de haber sido estafados en una noche tan señalada. Si quieres arruinar tu noche y tirar tu dinero, este es el lugar perfecto. Si no, aléjate.
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