Este comentario es un homenaje a Alberto y a su equipo que, sin que haga falta conocernos de toda la vida, nos demuestran que la profesionalidad y el buen hacer está por encima de los propios negocios. Quiero agradecer a Alberto el trato recibido desde el primer momento que cruzamos la puerta del Hotel Arantza, con esa explicación de ¿por qué Hotel Arantza?, y por todos los detalles ofrecidos que nos han hecho sentirnos en casa (que, aunque parezca un topicazo, en esta ocasión, es cierto al 100%). No es un hotel, es una experiencia que te hace pensar en el ritmo diario que nos come (a la mayoría), y que no nos damos cuenta que, a partir de cierta edad (como es nuestro caso), nunca vas a estar mejor que hoy. Por eso, aprovecha hoy, que mañana ya veremos que nos trae. En Hotel Arantza, parece que el tiempo no pasa, que los días son más largos y te da tiempo a hacer muchas cosas (rutas, descansar en el spa, etc.), que las noches son, efectivamente, para descansar (qué camas!!!) y que, en resumidas cuentas, estás ganando vida. Obviamente, es tu mente la que se ajusta inmediatamente al “ritmo Arantza” y la que te trae tanta “realidad” a tu día a día cotidiano, haciendo que pienses haber encontrado “el Paraíso Escondido”. Gracias, Alberto y gracias a todos los que sois Hotel Arantza. A partir de hoy tenéis en nosotros a otros “agentes” de vuestra experiencia, que compartiremos con todo aquel que veamos que su día a día le tiene atrapado. Solo necesitan un toque de Hotel Arantza, y la vida será otra. No quiero olvidar el detalle final que habéis tenido, que no descubro aquí para no hacer “spolier” a nadie. Pero “well done”. Un abrazo y hasta la próxima.
Terjemah