La verdad que elevado el precio para las prestaciones que tiene. Se trata de un edificio en el casco antiguo de Bilbao, reformado para el turismo. Habitaciones muy pequeñas sin aire acondicionado y sin ascensor. El ascensor no es tan importante porque las habitaciones están en la Segunda y tercera planta pero el aire acondicionado si que lo echamos de menos. Hace bastante calor en verano y solo un ventilador, puede que la estancia no sea tan agradable. Por otro lado, el estar en pleno centro, como la habitación no sea interior, el ruido de los bares al medio día y la noche es tremendo. La chica de recepción muy amable, la segunda noche al quejarnos del ruido, nos cambió la habitación por una interior que mejoró bastante el tema del precio. Aún así, el precio lo veo desproporcionado
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