Gran Hotel Isabel Riquelme

A pesar que es un hotel muy antiguo está bien mantenido , lo que más me gustó fue las sábanas , desayuno falta un poco más de dedicación , las toallas deben cambiarlas muy viejas , tienen mucho detalle que mejorar , tiene buena ubicación y conectividad

Hotel é antigo , mas bem conservado e a idade não se torna um problema, mas um charme. Quarto grande e espaçoso . Super bem localizado, na praça O’ higins. Cama grande e confortável. Café da manhã muito bom. Minha grande surpresa foi o restaurante. Nesta noite pedi um Salmon a la plancha, con camarones, al ajillo, con papas rústicas. O chef Felipe arrasou!!! Salmão macio , suculento por dentro e crocante fora. Camarões macios , no ponto, sem parecer borracha , e saborosos ( e numerosos , tamanho médio ), e o alho na medida certa , sem roubar a cena. Recomendo MUITO. Gerente Leo, muito atencioso.

Pasamos una noche en familia, 4 personas, en un viaje al sur. El hotel está viejo y descuidado, las alfombras y el mobiliario están muy mal mantenidos en el lobby y espacios comunes, la palabra sería roñoso. En la habitación nos encontramos con un fuerte olor a moho, la alfombra estaba manchada por una fuga de agua en la salida del baño. La alfombra estaba tan descuidada que no daba confianza caminar sobre ella sin zapatos. Las sabanas estaban limpias, pero el cobertor tenía una mancha amarilla muy desagradable. La tarjeta de ingreso a la habitación no funcionaba correctamente. El hotel está enfrente de la plaza y se filtraba gran cantidad de ruido por las ventanas a pesar de tener termopaneles. Las cortinas estaban rotas. El aire acondicionado debe tener varias décadas y no logramos encenderlo (creo que fue mejor por el ruido y polvo) por lo que pasamos mucho calor. El desayuno era básico, sin mucha variedad. El wifi no funcionó. De este hotel solo se puede destacar la amabilidad del personal. Es una buena opción si no tienes otra para pasar la noche. Por $130.000 pesos la noche, puedes encontrar algo mejor para tu familia. Decepcionante.