Hotel Rural & Spa Mas Prat

We were looking for a base camp to tour around the beautiful Garrotxa region and its Medieval villages (Beget, Rupit, Besalú, Castelfollit de la Roca, etc.) and we found this place not through the usual websites but on Google Maps. Lucky us. And lucky our dogs too (they welcome well-behaved dogs for a small fee and they are free to roam around except on the dining areas; ours ended up good friends with their's, the gorgeous Pellut). Our stay was nothing short of wonderful. This mountain lodge is situated on a terrenal paradise situation, overlooking the Bianya Valley range, where sunrises are to die for. The infinite pool was too cold to use in winter, but it added a magical mirror effect to the terrace. Two horses grazed in the park, adding to the picturesque effect. Room heating was excellent and water pressure also, the latter not all that common among mountain lodges. Cleanliness was great too. But asides from the natural peace and beautiful surroundings, two things make it stand out: one, the food, which wouldn't pale in comparison to any great city restaurant (and based on proximity/eco ingredients). Breakfast invites to loosen your belt a couple notches, and dinner is just awesome. There are many options to choose from, but the Granny-style free range chicken, the vegetable terrine and the carpaccio of Garrotxa veal were something to write home about. And the other factor that makes this place special, obviously the most important one, is the attitude and charm of the owners/managers, Roser and Héctor, who love what they do, making each guest feel at home from the very moment they step foot on the property. I guess the word "care" is what describes them best: they care for the visitors, care for the property, care for the food and care for the environment. If you want to disconnect while not giving up comfort and really feel welcome, this is your place.

Hotel rural en medio de la naturaleza con bonitas vistas al valle cerca de Olot. Habitaciones con baño y con decoraciones singulares, algunas con buenas vistas. Restaurante con muy buena cocina. Piscina, terraza y prado con vistas al valle. Opción SPA. Ideal escapadas en la naturaleza para relajarse. Hemos vuelto varias veces, tanto verano como invierno.

Las vistas a la Vall de Biayna son preciosas, desde todas las habitaciones. El trato personalizado es muy de agradecer. El restaurante ofrece un menú de calidad y carta de vinos, aunque su precio es un tanto elevado. Otras actividades, aparte de las rutas de senderismo que se ofrecen en el entorno rural del hotel, son el spa, con sauna finlandesa y piscinas de agua fría y caliente y jacuzzi. Espacio íntimo y relajante para el que hay que solicitar hora previamente ( se entra en pareja o en grupos familiares reducidos). Dispone de piscina preciosa con vistas al valle, y numerosos sofás y tumbonas en el césped donde tomar el sol o descansar en verano. Muy recomendable para desonectar y relajarse por el encanto rural de la Garrotxa.

Si quieres desconectar de todo en un lugar increible,este es tu sitio.Hemos disfrutado de una estancia increible,el lugar es fantàstico,los dueños una maravilla,siempre muy atentos en que te sientas lo mas comodo posible.El restaurante y su carta son impresionantes.Y que decir de su Spa ?... sin palabras. Gracias,gracias y 1.000 veces gracias.

Un lugar precioso con condiciones y atención de lujo. El emplazamiento es mágico y te sientes libre y como en casa. Las habitaciones son muy cómodas y la cena y el desayuno magníficos. Una experiencia de lujo muy asequible.

Descubrimos Más Prat en 2019,a la búsqueda de tranquilidad y belleza. Encontramos mucho más. Roser y Héctor,manejan a la perfección aquello que deseábamos. Habitaciones con la personalidad que se puede desear. El menú de temporada, amplio y muy bien gestionado,para todos los gustos. El entorno, coronado con un espacio de agua sublime que parece que puedas volar hacia el horizonte. Además,te acompañan dos preciosas yeguas, que con su deambular,te hacen sentir participar en su mundo, natural,suave, armónico con la Naturaleza. Podría seguir, pero creo que lo mejor es experimentar esas sensaciones. Quedan en el alma de los mejores recuerdos.